El balompié actual ha puesto de manifiesto que la edad no es impedimento para debutar profesionalmente. En la presente campaña, varios casos lo han dejado claro, ya que mientras Karamoko Dembélé jugó en la Sub 20 del Celtic a los 13 años de edad, Mustafa Kapi lo hizo en el Galatasaray a los 14, y Moise Kean en la Juventus a los 16 años.
No obstante, dichos jugadores no han sido los primeros en tener un debut precoz. Lo sucedido con los dos más grandes exponentes de este deporte son la prueba más evidente de que el talento puede aflorar desde la adolescencia, ya que con 15 años, respectivamente, Diego Maradona y Pelé debutaron a nivel profesional. Mientras el brasileño despuntó para disputar y ganar su primer Mundial a los 17 años, el argentino ya defendía la casaca de Argentinos Juniors.
En años más recientes, jugadores como Sergio Agüero y Neymar saltaron algunos escalones para aparecer con el primer equipo. Con 15 años, el Kun superó a Maradona como el más joven en debutar en la Liga de Argentina; por su parte, el delantero del Barcelona repitió lo hecho por Pelé al estrenarse con el Santos, para más tarde triunfar en Europa.
A pesar de ello, la historia también ha dejado claro que en otros casos lo mejor hubiera sido prolongar dicho debut, como son los casos del estadounidense Freddy Adu y el brasileño Anderson.
Aunque Adu debutó a los 14 años en el DC United, en el Benfica y Mónaco la inexperiencia le pasó factura. En tanto, Anderson abandonó el futbol europeo en plena madurez, luego de aparecer en Brasil a los 16 años.
