Leicester logró anotar un tanto de penalti en el último minuto del encuentro para igualar 2-2 el marcador frente al West Ham y le da esperanzas al Tottenham de poder alcanzar el título de la Premier League.
Los Foxes salieron al campo sobrados de confianza, lo que los puso en una situación complicada para afrontar este partido; incluso, al minuto 2, un balón de los visitantes se estrelló en ambos palos del arco de Schmeichel y los dirigidos por Ranieri se salvaron del primer tanto.
Sin embargo, el Leicester reaccionó y mediante Drinkwater, los locales se perdieron la oportunidad cuando el inglés mando su disparo por un lado de la portería de los Hammers.
Al minuto 18, los Foxes encontraron el primero para ponerle un poco de tranquilidad al partido; Vardy recibió un pase tras un excelso contraataque y terminó marcando su gol número 22 en la Premier League.
10 minutos después, el mismo delantero del Leicester cometió una falta sobre Kouyate, fundamental para delimitar lo que ocurriría en la segunda mitad.
En la parte complementaria, los Foxes buscaron adelantarse en el marcador, pero al 56', Vardy se dejaba tirar dentro del área, por lo que el árbitro decidió mostrarle la segunda amarilla, dejando a los locales con 10 jugadores.
Y no sería hasta los último minutos del encuentro que los dirigidos por Ranieri complicarían su excelente paso en la Premier, pues al 83', Morgan cometió un penalti sobre Reid que Carroll convirtió desde los once pasos, para igualar la pizarra.
Habría más acción por parte de los Hammers, y tres minutos después, Cresswell sacaría un fogonazo para convertir un golazo y poner en serios problemas a los locales.
Sin embargo, a segundos del silbatazo final, al 93', el árbitro señalaría una pena máxima a favor de los Foxes, que Ulloa se encargaría de mandar al fondo de las redes para darle un punto de suma importancia a su equipo.
Con este empate, el Leicester continúa en la cima de la tabla de la Premier con 73 unidades, a ocho puntos de los Spurs, quienes aún tienen pendiente su encuentro frente al Stoke City, donde buscarán amenazar al equipo de Ranieri y complicarle su paso en los últimos juegos de la Liga inglesa.