La temporada 2017-18 está a la vuelta de la esquina y el Estadio Wanda Metropolitano, la que será la nueva casa del Atlético de Madrid sigue en obras.
Al nuevo recinto rojiblanco se le ven muchos avances, sobre todo al interior, pero también hay zonas donde a simple vista se denota que todavía hay mucho trabajo pendiente: los exteriores parecen un campo de batalla.
En la búsqueda de terminar lo más pronto posible se trabaja de día y de noche. No importa que la temperatura llegue a alcanzar los 40 grados en Madrid, algo normal en este verano, ahí en el lugar los trabajadores y las maquinarias no dejan de realizar su trabajo, ya sea para quitar tierra o hacer otras actividades, por ejemplo: delimitar el estacionamiento.
Con la colocación de las butacas altas y la gradería media, el color rojo se empieza a ver por todas partes y así el inmueble cobra vida; la cubierta ya envuelve todo el fondo norte.
Y la afición colchonera está ansiosa de poder ver a sus ídolos en un nuevo recinto, y de hecho han realizado su tarea pues el club ha anunciado recientemente que, de las 68 mil localidades disponibles, 53 mil ya están vendidas.
Cabe recordar que no se puede vender el total de asientos ya que deben dejar espacio para la afición visitante, en Liga de Campeones es el 5 por ciento del aforo total.
En un costado del estadio lucen tres letras: ‘FCC’, la compañía internacional referente en medio ambiente, agua y construcción, quienes son los que lideran toda la obra.
Los encargados del proyecto confían en tener todo listo para el 9 o 10 de septiembre, algo que parece una verdadera misión imposible.