Llegó el día en que Bastian Schweinsteiger dijo adiós a la Selección de Alemania y logró irse con una una victoria por 2-0 contra Finlandia.
Un copado Borussia Park fue testigo de los últimos minutos del gran capitán con la Mannschaft.
Tras superar la nostalgia previa al encuentro, cuando Basti rompió en llanto, Alemania tomó el balón, pero no pudo mostrar su poderío. Durante la primera mitad careció de peligrosidad y no pudo pasar del 0-0.
En el complemento, volvió la melancolía pues se presentía que pronto Bastian saldría del terreno de juego. Al 55', Mario Götze corrió por la banda derecha para mandar centro y Max Meyer se encargó de empujar el balón a las redes, creando una atmósfera ideal para el último juego de Schweinsteiger con Alemania.
Trece minutos más tarde, al 68', en el estadio entero unió sus voces para despedir entre aplausos y sonrisas a uno de sus más grande jugadores de los últimos años.
Bastian caminó a la banda mientras los miles de aficionados que se dieron cita en el inmueble hicieron retumbar el lugar coreando su nombre, como intentando congelar el tiempo.
El Campeón del Mundo en Brasil 2014 salió del campo con la alegría del deber cumplido y se fundió en un fraternal abrazo con Joachim Löw, quien fue su entrenador desde 2006.
Desde ese momento, Alemania emprendió un nuevo camino y ya sin Schweinsteiger siguió el camino que le marca su genética, ir por el siguiente gol. El 2-0 llegó al 77', gracias a Paulus Arajuuri, quien mandó el balón a su propia puerta.
Al final, Alemania se llevó la victoria para despedir a Bastian, que al término del encuentro volvió a ser el protagonista y se despidió a sus aficionados mientras sus compañeros lo levantaban por los aires.