El Sevilla acabó la temporada con una victoria por 1-0 que no le da el premio final de auparse a la tercera plaza la tabla, mientras que el Athletic se despidió del curso sin poder clasificarse para la Liga Conferencia, lo que tampoco lo hubiera conseguido de haber sumado los tres puntos en el Sánchez-Pizjuán, ya que a ambos equipos no le beneficiaron los resultados de la Real Sociedad ante el Atlético de Madrid y del Barcelona frente al Villarreal.
Los andaluces ya habían logrado el objetivo de estar como cuartos en la próxima Liga de Campeones pero el tanto de Rafa Mir en la segunda parte no varió las posiciones en esta última jornada, ni tampoco la de los vascos, que se quedan octavos al borde de la tercera competición continental.
El conjunto andaluz se había quitado la presión de asegurar su objetivo prioritario de la temporada, el estar clasificado para la Liga de Campeones, lo que consiguió el pasado domingo en Wanda Metropolitano con el empate a uno, pero ese resultado también le dio la oportunidad en este último partido de desbancar de la tercera posición al Atlético de Madrid.
Julen Lopetegui, que tuvo que ver el partido desde la grada al estar sancionado por acumulación de amonestaciones, ya había situado cuarto al equipo en sus dos primeras temporadas como sevillista y en ésta se había planteado el reto de subir un escalón, aunque dependía de lo que hicieran los del argentino Diego Simeone en San Sebastián.
El técnico guipuzcoano, además, quiso premiar a su portero titular, el marroquí Yassine Bono, por la gran temporada que ha hecho y lo dejó de suplente para que no peligrara su condición de ser el menos goleado de la categoría en esta campaña.
Pero no llegó el Athletic como invitado de piedra a esta cita porque el conjunto vizcaíno tenía la oportunidad de alcanzar la séptima plaza con la que arrancaba el Villarreal y hacerse con un sitio en la tercera competición continental, aunque, al igual que los hispalenses, no dependía de su resultado.
Fue el Sevilla el que más propuso desde el pitido inicial y ya antes de que su cumpliera el segundo minuto del choque el mexicano Jesús 'Tecatito' Corona le dio un gran pase desde lateral al marroquí Youssef En-Nesyri y éste, solo ante el meta Unai Simón, mandó el balón alto.
También muy clara fue la que tuvo poco después el argentino Erik Lamela tras un buen centro de su compatriota Marcos Acuña, pero el remate de cabeza acabó con la pelota rechazada por la cepa de un palo.
El buen arranque local fue equilibrado con el paso del encuentro por los de Marcelino García Toral, que empezaron a merodear la portería que este domingo defendió el serbio Marko Dmitrovic y a los 27 minutos el lateral izquierdo Yuri Berchiche logró batirlo con un duro remate, pero la jugada quedó invalidada al darle antes el balón en la mano, lo que fue alertado por el VAR.
El Sevilla estuvo inestable en la salida del balón y ello propició que el Athletic dejara de pasar apuros y que se apoderara del centro del campo, aunque la ya en la prolongación de la primera mitad el que se puso otra vez de gol fue En-Nesyri, quien volvió a tener la puntería desviada.
En el inicio de la segunda parte pudo llegar pronto el 0-1 para los visitantes en una acción en la que no supo controlar bien el balón Dmitrovic y que dio en Iñaki Williams y después en un palo, pero en la jugada siguiente fue el defensa neerlandés Karim Rekik el que marcó, pero la acción también se anuló tras consulta con el VAR por fuera de juego del francés Jules Koundé.
La acción de Rekik, que había salido tras el descanso por la lesión del central brasileño Diego Carlos en el tobillo izquierdo, fue una mas de una sucesión de lances en un partido muy vivo en el que el Sevilla intentó ser mas protagonista pero en el que el Athletic peleó mucho para no verse sometido.
Pese a ello, fue Rafa Mir, que había salido minutos antes en sustitución de En-Nesyri, el que puso el 1-0 tras una gran triangulación de la formación andaluza que dejó a la vasca con la necesidad de reaccionar, aunque a ambos equipos les llegaron malas noticias desde San Sebastián y Barcelona y ningún resultado en el Sánchez-Pizjuán beneficiaba ya a nadie.