Ni el Sevilla ni el mexicano Tecatito Corona encontraron el camino este viernes ante un buen Deportivo Alavés, que terminó en empate a ceros en un duelo que abrió la Jornada 27 de LaLiga, y en el que gozó de varias ocasiones pero que ninguno pudo.
No fue una buena versión ni del equipo Andaluz ni del internacional mexicano, titular por sexta jornada seguida, que disputó 83 minutos, demostró detalles, se entendió bien con Jesús Navas por la banda derecha y tuvo una actuación intermitente, pero necesitan más él y su equipo para competir por LaLiga con el Real Madrid, que recibe este sábado a la Real Sociedad con la ocasión de aumentar hasta ocho puntos la diferencia entre ambos equipos.
Un paso atrás de su equipo y el futbolista mexicano, primero frutado por las faltas de Rubén Duarte, que lo derribó en las tres primeras acciones; después por las imprecisiones de su propio conjunto y luego reapareció a fogonazos en alguna ocasión de mérito que pudo resolverse al final, pero tanto Bono como Pacheco lograron mantener su portería a cero en una toca y daca constantes con dos conjuntos que buscaron el triunfo.
Lucas Ocampo y Munir tuvieron las mejores ocasiones por parte de los visitantes, mientras que Pere Pons y Luis Rioja estuvieron cerca de adelantar a los locales en un buen partido cargado de derroche físico en que las mejores oportunidades fueron para el Alavés.
La primera llegada fue para los Albiazules a los 30 minutos de arrancar un choque, aunque Bono estuvo atento para evitar el primer remate de Joselu Mato en un encuentro pasado por agua en los minutos iniciales.
Alavés saltó sin complejos con presión sobre un Sevilla que intentó salir con el balón tocado en busca de la meta local. De hecho, los sevillistas lograron perforar la portería de Fernando Pacheco, pero el gol quedó anulado por el fuera de juego de En-Nesyri en un tiro de esquina.
El Alavés no cambió su plan de partido a pesar de la velocidad de Sevilla, que amenazaba a la adelantada defensa vasca y en una de las recuperaciones pudo llegar el primero gol de la noche. Una entrada por una banda de Édgar Méndez acabó en los pies de Luis Rioja, que se encontró con Bono cuando un Mendizorroza volcado cantaba el tanto Albiazul en el primer cuarto de hora.
Los Babazorros se plantaron en varias ocasiones el área sevillista, pero no lograron materializar las oportunidades.
Los de Julen Lopetegui lograron contener la salida de los vitorianos, que en varias fases del encuentro los embotellaron y les impidieron jugar. La paciencia fue la mejor virtud de los hispalenses, que sufrieron estirando con el paso de los minutos.
Pero fue el Alavés quien perdonó antes del descanso con varios remates claros que no encontraron portería, aunque fue Lucas Ocampo el que tuvo la más clara antes del pitido del colegiado que indicaba el camino a los vestuarios.
El duelo no tuvo dueño tras el intermedio, fruto de las imprecisiones de un Sevilla que perdonó en una de las pocas llegadas que tuvo ante un Alavés, de nuevo, volcado.
Apareció Pacheco para desbaratar la mejor ocasión de los del Nervión hasta el momento, por parte de Lucas Ocampo, el más activo en la zona ofensiva visitante.
La segunda mitad fue una toma y daca constante. Pere Pons tuvo el primero en sus botas dentro del área al recoger una buena cesión de Gonzalo Escalante, que eligió a su compañero en lugar de disparar desde la frontal, pero Pere Pons cruzó demasiado el balón.
El derroche físico comenzó a pasar factura al Alavés, que bajó el nivel de presión, y el Sevilla comenzó a crecer, aunque sin llegar a zonas de peligro.
El paso de los minutos hizo espacios en ambas escuadras y el partido bajó de revoluciones notablemente. Solo el balón parado podía causar problemas en ambas áreas.
Sin embargo, los dos equipos tuvieron su ocasión en la recta final. Joselu Mato se encontró con Bono tras una buena jugada de Jason Rameseiro, mientras que a Munir le pasó lo mismo con un gran Fernando Pacheco, que repelió hasta en dos ocasiones el balón antes del final.