El Atlético de Madrid inició la defensa del título con un convincente triunfo ante el Celta de Vigo (2-1), resuelto con un doblete del argentino Ángel Correa, que pudo neutralizar Iago Aspas en la recta final pero falló, a puerta vacía, después de driblar a Oblak.
Tras un primer tiempo de control rojiblanco, el equipo gallego dominó en la reanudación pero sucumbió ante la pegada rojiblanca. El conjunto del Chacho Coudet -en la grada cumpliendo una sanción del curso pasado- apretaron hasta el final, pero los de Simeone supieron sufrir para sumar el primer triunfo del curso.
Con una fuerte presión, los celestes ahogaron a su rival en el inicio. No le importó al Atlético, que apenas sufrió en la primera mitad. Y marcó en su primera aproximación, después de una carrera de Lemar hasta el borde del área, donde conectó con Correa: con un fabuloso remate puso el balón cerca de la escuadra.
Igualó el Celta en el inicio del segundo tiempo desde el punto de penalti, después de que Munuera Montero señalara pena máxima tras revisar la mano de Marcos Llorente en el VAR. Aspas engañó a Oblak. Pero la alegría le duró poco a los gallegos. Otro zarpazo de Correa, esta vez con un tiro cruzado, desequilibró el duelo.
Se lanzó el equipo vigués a por el empate, y lo tuvo Aspas en la recta final. El internacional erró a puerta vacía, después de driblar a Oblak.
Néstor Araujo jugó todo el partido, mientras que Héctor Herrera no tuvo actividad por una sobrecarga muscular.
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