El sueño americano, el fenómeno que sucede en la sociedad mexicana, también se dá en el balompié. Así, la historia de Erick Jonathan Ponce, conocido entre sus amigos como el Tieso, el Cabezón o, simplemente John lo ha llevado a buscar una última oportunidad en el FC Barracudas, de la Major Arena Soccer League (MASL, por sus siglas en inglés).
La MASL es una Liga profesional de futbol rápido, también conocido en Estados Unidos como Showbol, que se encuentra afiliado a la World Minifootball Federation, el órgano que rige esta rama del balompié.
Luego de transitar en Segunda División, Liga de Ascenso y Primera de México, así como fuera de nuestras fronteras, más específicamente en Costa Rica, parecía que las oportunidades en el profesionalismo habían terminado para el talentoso ofensivo mexicano.
Sin embargo, el deseo de triunfar y vivir del deporte de sus amores, así como la necesidad de mantener a una familia en la que sus niños de ocho y tres años son el motor de su existencia, lo han llevado a no dejar del lado el mundo del futbol.
“Busco seguir jugando a nivel profesional, más que nada por mi familia, porque ellos dependen de mí y de cómo me vaya en mi carrera en el futbol. Son mi impulso”, mencionó el Tieso en charla con RÉCORD.
Aunque quienes lo conocen aseguran que pisa el balón como pocos y que tiene un toque de pelota privilegiado, de ésos innatos, el exjugador de Leones Negros y Jaguares de Chiapas sabe que se agotan las oportunidades en el futbol.
Después de participar una temporada en el Sport Cartaginés de Costa Rica entre 2012 y 2013, como muchos exprofesionales, Ponce se dedicó a jugar en lo que se conoce como la talacha (futbolistas que juegan partidos en cualquier cancha y con diferentes equipos a la semana a cambio de dinero), pero el talento que nunca ha perdido lo regresó al profesionalismo.
“A mis 31 años y ya con dos hijos, sé que esta puede ser mi última chance a nivel profesional. Vas creciendo y te das cuenta que las oportunidades cada vez son menos por eso estoy ilusionado con esta nueva experiencia”, indicó el mexicano.
Sobre las diferencias entre el balompié y el futbol rápido, reveló que entre otras cosas el segundo es más explosivo y los entrenamientos también suelen ser también diferentes.
“Nunca había entrenado en un equipo profesional de rápido, ahora me estoy adaptando. Puedo decir que aquí se maneja siempre el ritmo explosivo, a ida y vuelta, sin tantos tiempos muertos como en el soccer. Además, las prácticas son diferentes, por ejemplo en el balompié nos llevaban a la playa para hacer pretemporada y acá sólo la hemos hecho dentro de la cancha”, concluyó el canterano del América.