La Real Sociedad rozó el cielo del liderato de Primera División tras empatar 1-1 en el Coliseum Alfonso Pérez frente al Getafe, que no pudo sumar su primera victoria del curso para colocar a Míchel en una situación controvertida con su cargo en juego. El mexicano José Juan Macías ingresó de camio al minuto 89.
Al Getafe no le podía tocar peor rival para esclarecer el futuro de su entrenador. Míchel, tocado después de siete derrotas consecutivas, se jugaba el puesto ante un equipo que podía ser líder con una victoria en el Coliseum Alfonso Pérez. La Real Sociedad, que no perdía desde la primera jornada, iba a ser el juez del técnico madrileño.
El Getafe se marchó por delante en el marcador al descanso después de un primer acto con muy pocas ocasiones. Apenas una clara para cada equipo. El conjunto azulón la aprovechó y la Real Sociedad, no. Sandro, al filo del descanso, estableció la diferencia después de aprovechar una asistencia de Arambarri, que robó a Elustondo un balón en centro del campo para habilitar a su compañero en un mano a mano frente a Remiro.
Esa fue la diferencia de un choque que estaba igualado. Sandro no falló y antes sí lo hizo Lobete, que ante Soria mandó la pelota cerca del poste izquierdo de la portería defendida por el guardameta del Getafe. Por centímetros no marcó y Míchel y sus jugadores se marcharon con vida al vestuario.
Durante muchos minutos, la Real Sociedad acorraló a su rival hasta conseguir su objetivo. Avisó con una ocasión de Mikel Merino que desbarató Soria, pero no perdonó en otra de Oyarzabal. El internacional español hizo su sexto tanto del curso después de cabecear un centro de Zubimendi desde la banda derecha. Quedaba media hora y al Getafe parecía que le iba a esperar un auténtico calvario. Sin embargo, los cambios frenaron el ritmo del partido. Isak, Ünal, Jonathan Silva y Barrenetxea saltaron al césped y el choque se convirtió en un duelo de ida y vuelta en el que podía pasar cualquier cosa.
Al final, el marcador no se movió. Dentro de la locura, no reinaron las ocasiones y tal vez nadie acabó contento. La Real, porque desperdició una gran ocasión para convertirse en el nuevo líder de Primera División. El Getafe, porque sigue sin ganar y van ocho jornadas. Míchel se acerca al infierno de la destitución, aunque puede que todavía no lo suficiente.