La Sociedad Deportiva Huesca, con su empate contra el Atlético de Madrid, frenó la euforia del conjunto colchonero, que venía de golear al Granada sin piedad en el debut liguero, pero que no pudo mantener ese nivel frente al equipo altoaragonés. Los del Cholo Simeone se atascaron contra un conjunto que cuajó un buen encuentro jugando a la defensiva y que supo arañar un punto contra uno de los aspirantes al título liguero, aunque sigue sin ganar.
El conjunto madrileño, tras la explosión de sensaciones del comienzo de la competición, volvió a poner en duda su capacidad para ganar a domicilio en la primera oportunidad que se le presentó para refrendar su potencial, algo que no es nuevo, ya que le ocurrió la pasada campaña. Cabe mencionar que el mediocampista mexicano Héctor Herrera no tuvo participación en el compromiso y se quedó en la banca.
El Huesca se vio obligado a jugar renunciando a sus principios de posesión y madurar las jugadas por defender con orden, algo que hizo de manera correcta. La fuerte presión del Atlético desde el pitido inicial evitó que los propietarios del terreno pudieran salir con el balón controlado ya que se veían obligados a jugar con su portero en numerosas ocasiones y con éste haciéndolo en largo, circunstancia que facilitó las recuperaciones colchoneras y que se hiciera con el mando del esférico conforme transcurrieron los minutos.
El centro del campo rojiblanco no generaba juego y tampoco Joao Félix ni Luis Suárez aparecían por lo que Andrés Fernández intervino más con los pies, para recoger las abundantes cesiones de sus compañeros, que con las manos.
De hecho las dos únicas oportunidades de los primeros 45 minutos fueron del equipo de Miguel Angel Sánchez, "Michel". La primera en el minuto 19 en un saque de esquina que tocó con potencia el central Dimitrios Siovas de cabeza y que más que rematar golpeó en la testa a Jaime Seoane saliendo el balón alto, mientras que la segunda fue una llegada de Mikel Rico en el 44 con un remate que no precisó.
Despertó el Atlético nada más salir de vestuarios con un gran remate de Marcos Llorente que acarició el larguero en su parte superior y, sobre todo, con un mano a mano de Luis Suárez, algo escorado, ante el meta local que salvó con su salida Andrés Fernández en el minuto 59. El equipo de Diego Simeone había acelerado sus acciones y Joao Félix comenzaba a aparecer para los suyos por lo que la sensación cambió y el conjunto foráneo parecía cada vez más cerca de inaugurar el marcador con más aproximaciones al marco oscense, aunque con disparos que no encontraron puerta.