No es la primera vez que la Liga de Campeones está demostrando ser un paraíso para el Liverpool. Una victoria por 2-0 contra Napoli este martes puso fin al comienzo invicto de la temporada de los italianos y sirvió como un recordatorio de lo que el equipo de Jurgen Klopp aún es capaz de hacer.
Después de derrotas consecutivas en la Premier League contra el Nottingham Forest y el Leeds, que luchan por el descenso, el Liverpool hizo lo que ningún otro equipo ha sido capaz de hacer al derrotar al Napoli.
Los goles tardíos de Mo Salah y Darwin Núñez decidieron un partido que estuvo corto de entretenimiento y oportunidades.
Y fue un resultado que tuvo pocas consecuencias para la clasificación del grupo, con ambos equipos asegurados de la clasificación para los octavos de final antes del inicio y Napoli aún progresando como ganadores del Grupo A.
Pero eso no le preocupará a Klopp, quien busca aumentar la confianza de sus jugadores donde sea que pueda, tal ha sido la inconsistencia del Liverpool este término.
En ese sentido, hará falta más de una victoria para disipar las dudas que rodean a su equipo. Especialmente viniendo en la Liga de Campeones, una competencia que tan a menudo ha brindado actuaciones que desafían la forma de un club que la ganó en seis ocasiones y llegó a la final en tres de las últimas cinco temporadas con Klopp.