El futbolista mexicano Ulises Dávila, capitán del en la A-League australiana, compareció por primera vez ante el Tribunal Local del Downing Centre de Sídney debido a las acusaciones en su contra por presunto amaño de partidos y apuestas.
Dávila, de 33 años, ha sido señalado como el cabecilla de un plan ilegal que involucraba el pago de hasta 10 mil dólares australianos (aproximadamente 6 mil 631 dólares) a dos compañeros de equipo, Kearyn Baccus, de 32 años, y Clayton Lewis, de 27 años, para que recibieran tarjetas amarillas deliberadamente durante los partidos.
La policía australiana asegura que este plan generó cientos de miles de dólares en ganancias ilícitas y que el mismo estaba liderado por una conexión sudamericana. Los fiscales tienen hasta el 22 de agosto para presentar un escrito de pruebas a los abogados de los jugadores.
El tribunal también modificó las condiciones de la libertad bajo fianza de Dávila, reduciendo su obligación de presentarse en la comisaría de policía de Maroubra de dos veces a una vez por semana.
Los investigadores alegan que las tarjetas amarillas fueron manipuladas durante los partidos del 24 de noviembre y el 9 de diciembre del año pasado. En estos encuentros, Macarthur FC empató 1-1 con Melbourne Victory y luego venció 2-0 a Sydney FC. En el partido del 9 de diciembre, los tres jugadores implicados recibieron tarjetas amarillas. Además, se alega que hubo intentos fallidos de repetir estas acciones en los partidos del 20 de abril y el 4 de mayo.
Football Australia reaccionó ante estas acusaciones despidiendo a los tres jugadores y emitiendo avisos de suspensión provisional según su código de conducta. Dávila y Lewis permanecieron contratados con el club hasta el anuncio de sus compañeros a principios de junio.
