Después de que Brasil ganara 2-0 el duelo amistoso frente a Qatar, las celebraciones no se hicieron esperar, y algunos seleccionados decidieron asistir a una fiesta en la que tuvo que intervenir la policía, pues se alargó hasta el día siguiente y molestó a los vecinos.
Según información de los medios 'Metropoles' y 'G1', en la reunión se encontraban el delantero Gabriel Jesus y el defensa Miranda como los invitados VIP.
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La fiesta fue organizada por el empresario Eduardo Bastos, y vecinos aseguran que "cada cinco minutos llegaba un Uber con prostitutas".
Después de darse a conocer estas declaraciones, Bastos mencionó que las mujeres que ingresaron al domicilio eran amigas y novias de sus invitados.
Respecto a esto, la Confederación Brasileña de Futbol, mencionó que los jugadores estaban en su día libre, por lo que se deslindan de responsabilidades.
