El Real Madrid decidió ir el domingo en contra del Barcelona dentro del procedimiento judicial que su clásico rival afronta por los pagos de millones de euros que realizó durante años a una compañía perteneciente al otrora vicepresidente del comité de árbitros de España, dijo el Madrid tras una reunión urgente de su junta directiva.
La decisión se produjo dos días que la Fiscalía formalmente acusó al Barcelona de presunta corrupción en el ámbito deportivo, administración y falsificación de documentación mercantil. Un juez deberá determinar si admite la denuncia.
"El Real Madrid manifiesta su profunda preocupación sobre la gravedad de los hechos y reitera su plena confianza en la acción de la justicia", dijo el Madrid en un comunicado tras la reunión de sus directivos. "Ha acordado que, en defensa de sus legítimos intereses, se personará en el procedimiento en cuanto el juez lo abra a las partes perjudicadas".
Se trata de la primera vez que el Madrid se pronuncia oficialmente sobre el caso. Otros clubes ya habían manifestado su preocupación por los pagos del Barcelona, al igual que la Liga de España y la federación nacional de fútbol. LaLiga también contempla involucrarse en el proceso.
El Barcelona ha enfrentado una oleada de cuestionamientos desde que se dieron a conocer los pagos millonarios del club, investigados inicialmente como parte de una indagatoria fiscal contra la empresa de José María Enríquez Negreira, quien fue parte del comité de árbitros de la federación entre 1994 y 2018.
El club ha insistido en que no cometió ningún delito ni incurrió en conflicto de interés, asegurando que pagó por reportes técnicos sobre árbitros, pero nunca intentó influir en su decisión en los partidos.
En documentos presentados ante la corte y observados por The Associated Press, los fiscales señalan que los pagos por parte del club llegaron en realidad a 7,3 millones de euros (7,7 millones de dólares) de 2001 a 2018. Añadieron que "ello supuso una auténtica remuneración no prevista en los estatutos del club ni aprobada por la asamblea General por lo que carecía de título que lo justificara", según los documentos.
Los fiscales alegan que el Barcelona" alcanzó y mantuvo un acuerdo verbal estrictamente" con Enríquez Negreira a fin de que "a cambio de dinero, realizase actuaciones tendentes a favorecer al Barcelona en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el club".
Aún no se encontrado evidencia de que se influyó en la actuación de los árbitros o en los resultados.