Goleada balsámica con graves consecuencias para el Real Madrid. El conjunto madridista volvió a la senda del triunfo en el Santiago Bernabéu, tras dos derrotas consecutivas (Barcelona y Milán), con una goleada muy importante ante un Osasuna que llegaba con esperanzas al recinto madridista. Eso sí, este 4-0 será recordado por un hecho histórico: el Madrid perdió hasta tres jugadores por diferentes lesiones en ese primer acto: Rodrygo y Lucas Vázquez, por problemas musculares, y Eder Militao, por un problema de rodilla que tiene pinta de ser muy grave.
El triunfo del conjunto merengue le permite colocarse a seis puntos del Barça con los mismos partidos en la tabla, pero requerirá de un enorme ejercicio de reconstrucción, pues a las lesiones ya sabidas de Tchouaméni, Courtois, Alaba y Carvajal, se le unen estos tres percances (Rodrygo, Lucas y Militao) que prometen unos partidos prenavideños con muy pocos efectivos para Ancelotti y un casi seguro intento de fichar en el mercado de invierno, sobre todo en defensa.
Al margen de los tres puntos y la goleada madridista, la noticia positiva del equipo blanco fue la irrupción del joven canterano Raúl Asencio que suplió con sobresaliente al lesionado Militao y fue el autor de una magnífica asistencia a Bellingham en el segundo tanto blanco.
Por supuesto, el gran héroe de la noche, una vez más, fue Vinicius Jr, que se firmó un espectacular hat trick, con dedicatoria incluida a Carlo Ancelotti en uno de los goles, disipando así el futuro incierto que algunos querían ver para el entrenador italiano.
El que todavía no arranca es Kylian Mbappé, gafado ante el gol, cabizbajo en el juego y sin el brillo que se le supone al mejor jugador del mundo en una tarde propicia para que se hubiera lucido con algún tanto dentro de esta meritoria goleada del Real Madrid.