El Real Madrid alargó su buen momento de forma con una victoria de 2-4 en Balaídos ante el Celta, que, junto a la pegada de Benzema, facilitó con sus fallos defensivos un nuevo triunfo, el cuarto, del equipo que entrena Santiago Solari, un entrenador que hasta el momento ha ganado todos los partidos que ha dirigido y cuyo equipo se reengancha a La Liga.
Los merengues se adueñaron del partido tras un arranque lleno de emociones. El primer gol llegó mediada la primera mitad: un gran pase de Modric lo culminó Benzema, que se plantó solo ante Sergio después de burlar con un simple movimiento de desmarque a los dos centrales celestes, Cabral y Roncaglia.
La apertura de la segunda parte avivó el ritmo hacia un guión de ida y de vuelta. Aspas cabeceó con peligro un centro de Maxi Gómez; más amenaza real fue unos minutos después un tiro al larguero de Benzema, quien tuvo su premio algo más tarde, con otra excelente jugada individual. El delantero francés aprovechó un error defensivo entre Roncaglia y Juncá para, tras un regate final ante Roncaglia, lanzar a unos metros de Sergio, que despejó el tiro al poste, pero que se coló finalmente en su portería al rebotar la pelota en el cuerpo de Cabral.
El Real Madrid se alimentó de los errores del Celta.Sin embargo, el equipo celeste reaccionó rápido con una triangulación de tres canteranos (Aspas-Brais-Hugo Mallo) que coronó el capitán Hugo Mallo con un buen remate.
Antonio Mohamed, que vio el partido desde la grada por sanción, reforzó su ataque con Emre Mor y Hjulsager; el Real Madrid, que había perdido por lesión a Casemiro y Reguilón, sufrió otro percance defensivo con la baja de Nacho. El Celta, intermitente en el control del juego, empujó en busca del empate. Aspas retrasó su posición para tener la pelota, para crear peligro. Lo intentó con un fuerte lanzamiento desde fuera del área al que respondió Courtois con un paradón.
Cuando mejor estaba el Celta, su peor castigo fue otro regalo defensivo. Juncá calculó mal para despejar una pelota y derribó dentro del área a Odriozola. Penalti para el Real Madrid que marcó Sergio Ramos, con un golpeo de panenka, para cerrar una victoria que hizo minutos después más contundente Ceballos con un cañonazo desde fuera del área.