Fin de fiesta ideal en el Bernabéu, en el último partido del año en casa. El Real Madrid consiguió un fácil triunfo ante el Villarreal de Marcelino, después de golearle por 4-1 con un par de goles en cada parte. Un triunfo que pone, momentáneamente, al conjunto madridista como líder, si bien el Girona, segundo clasificado a un punto, juega mañana frente al Alavés.
La victoria fue bastante holgada y fácil para el equipo de Carlo Ancelotti, que mostró por momentos un fútbol eléctrico bastante ofensivo. La lectura más positiva de este 4-1 es la distancia que le saca al Atlético de Madrid (ocho puntos, aunque los rojiblancos tienen un partido menos) y al eterno rival, el Barcelona, al que ya aventajan con siete puntos con los mismos partidos.
El encuentro tuvo, de nuevo, como protagonista a Jude Bellingham, autor de un primer gran gol tras ejecutar un perfecto cabezazo a centro de Modric. Fue el primer picotazo blanco y el gol número trece de Jude en lo que llevamos de Liga. Una auténtica locura que sorprende a todos los madridistas en cada partido. El segundo gol fue obra de Rodrygo Goes tras un insólito pase, dentro del área, de Lucas Vázquez.
La segunda parte fue más de lo mismo, con dominio blanco, si bien el Villarreal acortó distancias con un tanto del comandante Morales, que apenas fue un espejismo de lo que vendría después: otro tanto de Brahim, que sigue en racha, y un último de Modric, reivindicando que aún tiene sitio en el once titular. El Madrid sigue con la flecha hacia arriba y sus principales rivales (Atlética y Barca) lo divisan a distancia.