Después de iniciar de mala forma la pretemporada, Real Madrid sacó después de mucho el orgullo y la grandeza que lo caracteriza para empatar una desventaja de dos goles ante el Arsenal y ganar en la ronda de penales. Gareth Bale volvió a marcar para los merengues después de cuatro meses y la figura, Marco Asensio, salió lesionado.
Hacia mucho tiempo que Real Madrid no dejaba una buena impresión en un partido. A pesar de verse superado numéricamente desde el inicio del partido, Zinedine Zidane supo mover sus fichas para reordenar en el complemento no solo para empatar el encuentro, sino para mostrarse muy superior al cuadro londinense.
Las cosas no marcharon a favor del conjunto blanco al inicio de la exhibición. Al minuto 6 ya se encontraban con un hombre menos y un penal en contra tras la mano de Nacho que evitó el gol de Alexander Lacazette. El ariete francés se encargó de cambiar la pena máxima por gol de inmediato.
Tan solo un par de minutos después, Pierre-Emerick Aubameyang hizo más grande la ventaja gunner.
Sokratis se encargó de poner a ambos equipos en igualdad de condiciones previo al termino de la primera mitad tras tlaquear a Luka Modric y recibir una segunda tarjeta amarilla.
El complemento no fue más que blanco. La entrada de personalidades como la de Marcelo, Gareth Bale y Marco Asensio cambiaron la cara merengue al grado de que en tan solo tres minutos el galés y el español ya habían puesto el marcador 2-2.
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Asensio fue artífice de la jugada de la primera anotación y marcó el segundo, pero su gran exhibición quedó manchada cuando tras una dura entrada fue obligado a abandonar el terreno de juego.
El empate obligó a los penales. El mismo Bale fue el único jugador blanco en fallar tras un cobro un tanto displicente. El joven Robbie Burton erró el penal definitivo que le dio la victoria definitiva a un Real Madrid que comienza a despertar después de la última gris temporada.
