Por los pensamientos de Raúl Jiménez nunca pasó la idea de dejar de jugar futbol después de la lesión que sufrió en la cabeza y que lo dejó fuera de las canchas durante cerca de nueve meses tras sufrir un choque de cabezas con David Luiz.
"No, nunca pasó por mi cabeza. A pesar de que los doctores te dicen los riesgos que pueden existir, yo siempre pensé positivamente, siempre fui para adelante sabiendo que no era una lesión fácil de sanar, pero que con trabajo, dedicación y esfuerzo lo iba a lograr", declaró el mexicano en una entrevista para Wolverhampton.
Lo que más le preocupaba a Jiménez era el tiempo que iba a quedar inactivo, ya que su lesión más larga había sido de apenas cuatro semanas.
"El tiempo que me iba a tomar regresar siendo un jugador que en mi carrera había tenido muy pocas lesiones y la más larga había sido de cuatro semanas, saber que mínimo iban a ser seis meses para regresar me hacía pensar mucho en lo que tenía que aprovechar para estar lo más pronto posible", aseguró.