Antoine Griezmann lleva la batuta en una Francia que logró en Sarajevo su segunda victoria en la fase de clasificación para el Mundial de 2022 (0-1) en el último duelo de una gira en tres actos donde los campeones del mundo lograron mejores resultados que imagen.
El jugador del Barcelona encarna el juego en la selección de Didier Deschamps, liberado de tutelas, dueño y señor de toda la confianza del entrenador que aplaude sus genialidades ofensivas y sus esfuerzos defensivos.
Una comunión que otorga al barcelonista una dimensión superior que la que tiene en su club y que le ha permitido marcar dos goles en estos tres partidos.
El último en el duelo ante Bosnia Herzegovina, que permitió a los "bleus" desatascar un partido que se les había atragantado hasta que la cabeza de Griezmann a la hora de juego selló la suerte de la confrontación.
Francia sumó así su octava victoria consecutiva a domicilio, la serie más larga de su historia.
Griezmann encadenó en Sarajevo su 46 partido consecutivo con la "bleu", un récord histórico en el país.