El París Saint-Germain se dio un baño de humildad tras superar al Real Madrid en la Liga de Campeones y perdió 3-1 ante el Nantes, que mostró al conjunto blanco el camino de la remontada para el choque de vuelta.
Se presumía otra exhibición del París Saint-Germain después de sacar los colores al cuadro de Carlo Ancelotti, que el pasado martes no fue siquiera capaz de disparar entre los tres palos de su rival. Fue superado en todas las fases del partido hasta el tanto de Kylian Mbappé en el minuto 93 que acabó con la resistencia blanca.
El Nantes, con el español Pedro Chirivella a los mandos en el centro del campo, pasó por encima de su rival y en sólo 45 minutos dejó sin argumentos a los hombres de Pochettino, que apenas tuvieron una ocasión de Messi que salvó el guardameta Alban Lafont y otra de Mbappé que también sacó el portero del Nantes.
Entre medias, Moses Simon, a los cuatro minutos, abrió el marcador tras culminar un contragolpe; Quentin Merlin aumentó la renta en el 16 con un zurdazo impresionante; y Ludovic Blas, de penalti, en el tiempo añadido del primer tiempo, cerró la cuenta.
Keylor Navas no pudo evitar ninguno de los goles del Nantes. Pero, por lo menos, su equipo respiró en la segunda parte con el tanto de Neymar nada más salir del vestuario gracias a una asistencia tremenda de Messi, que apareció de la nada para dar un pase de tiralíneas que no desaprovechó el brasileño para reducir distancias.
Apenas diez minutos después, en el minuto 59, el mismo Neymar estropeó su acierto al fallar un penalti. Seguramente, fue uno de los peores que lanzó en su carrera. Antes de conectar con la pelota, dio unos cuantos pasitos ridículos y después disparó muy, muy flojo. Alban Lafont detuvo el lanzamiento con facilidad y ahí se acabó la opción de remontada del París Saint-Germain.