El Papa Francisco en su mensaje tradicional de Navidad instó a “todos los pueblos de todas las naciones” a encontrar el valor durante este Año Santo “para silenciar los sonidos de las armas y superar las divisiones” que afligen al mundo, desde Medio Oriente hasta Ucrania, África hasta Asia.
El discurso “Urbi et Orbi” — “A la Ciudad y al Mundo” — del pontífice sirve como un resumen de las desgracias que enfrenta el mundo. Como la Navidad coincidió con el inicio de la celebración del Año Santo 2025 que él dedicó a la esperanza, Francisco pidió una amplia reconciliación, “incluso (con) nuestros enemigos”.
“Invito a cada individuo, y a todos los pueblos de todas las naciones... a convertirse en peregrinos de esperanza, a silenciar los sonidos de las armas y superar las divisiones”, dijo el Papa desde la logia de la Basílica de San Pedro a las multitudes congregadas abajo.
Papa Francisco pide disipar el odio
El Papa invocó la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, que abrió en Nochebuena para lanzar el Jubileo 2025, como representante de la misericordia de Dios, que “desata cada nudo; derriba cada muro de división; disipa el odio y el espíritu de venganza”.
Llamó a silenciar las armas en la Ucrania y en Medio Oriente, señalando a las comunidades cristianas en Israel y los territorios palestinos, “particularmente en Gaza donde la situación humanitaria es extremadamente grave”, así como en Líbano y Siria “en este momento tan delicado”.
Francisco repitió sus llamados a la liberación de los rehenes tomados por Hamás de Israel el 7 de octubre de 2023. Citó un brote mortal de sarampión en la República Democrática del Congo, y el sufrimiento del pueblo de Myanmar, obligado a huir de sus hogares por “el choque continuo de armas”.
El Papa también recordó a los niños que sufren por la guerra y el hambre, los ancianos que viven en soledad, aquellos que huyen de sus patrias, que han perdido sus trabajos y son perseguidos por su fe.