El presidente del Sevilla, José Castro, admitió que respiró cuando los jugadores que rompieron el protocolo del COVID-19, con un almuerzo familiar con más de diez personas, dieron negativo en los test y afirmó que "lo realmente importante" es que pidieron disculpas y no pasó nada.
"Sin duda, respiré. Ellos cometieron un error, lo han reconocido, y lo importante es que pidieron perdón públicamente y están metidos de lleno con el resto de jugadores", dijo este miércoles el dirigente andaluz sobre la comida celebrada el 23 de mayo por el holandés Luuk de Jong y los argentinos Éver Banega, Lucas Ocampos y Franco Vázquez.
José Castro en conferencia de prensa |EFE
En una rueda de prensa telemática, en la que recordó a los fallecidos por coronavirus a sus familias y a los "héroes" de muchos colectivos que en este periodo han trabajado a favor de la sociedad, no reveló si habrá "sanción o no" para estos futbolistas por el incumplimiento al reglamento interino del club y recalcó que todos los involucrados ya se disculparon y están entrenando a la par con el club sevillano.
"Gracias a Dios no ha ocurrido nada; ellos han pedido perdón. Creo que eso es lo verdaderamente importante, que ya están incorporados y que, desde luego, no lo cometerán más, ni ellos ni otros, porque saben lo que nos estamos jugando", recalcó.
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