El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, calificó como una pérdida de tiempo la discusión sobre el Mundial bienal que impulsa el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y reveló que hay un acuerdo con la UEFA para boicotear la iniciativa.
“Conmebol no va a jugar cada dos años y eso es definitivo. Es un ‘no go’, no hay posibilidad”, dijo Domínguez en una entrevista virtual con The Associated Press. “Nació muerto, se lo hicimos público desde el día uno. No es que recién ahora lo decimos, nos parece una pérdida de tiempo. No está sustentado en nada”, añadió.
Infantino sostiene que un Mundial más frecuente permitirá que más países se puedan clasificar e incentivar un mayor interés. Promete además que generaría miles de millones de dólares, por lo cual se incrementarían los aportes que reciben las 211 federaciones miembros con el fin de impulsar el futbol.
“Si uno no tiene equipos europeos y sudamericanos pongo en duda que se pueda logar esa facturación que se propone. Yo dudo mucho que consigan la plata que proponen”, aventuró el dirigente sudamericano. Cuando se le consultó si esta posición era compartida con UEFA, Domínguez contestó que “(Aleksander) Čeferin (titular de la organización) tiene la misma postura”.
La sintonía entre ambos directivos se evidenció dos semanas atrás cuando el europeo visitó la sede de Conmebol con motivo de la celebración por los seis años de la presidencia de Alejandro. Ambas confederaciones avanzaron en acuerdos estratégicos de cooperación.
La falta de respaldo de las dos confederaciones que llevan ganados todos los Mundiales desde 1930, hizo naufragar la votación de la propuesta prevista en diciembre pasado.
“La votación la vamos a respetar, pero eso no significa que va a cambiar nuestra postura. La votación no nos obliga a nosotros a jugar un Mundial cada dos años, eso no va a ocurrir”, reiteró Domínguez. “No es una negativa contra Gianni Infantino, no es una postura contra Infantino. Simplemente es imposible pensar que podamos tener un Mundial cada dos años”.
El directivo sudamericano, que al principio de su gestión en 2016 había apoyado la posibilidad de jugar la Copa del Mundo cada dos años, esgrimió como principal argumento para su rechazo que “mataría a la Copa América. Y la Copa América es una fuente de ingresos muy importantes para las asociaciones miembro. No se equipararían si hubiera un Mundial cada dos años”.
“Creo que también se perdería el atractivo de tener un Mundial cada cuatro años, que es lo que el público quiere y que desde hace tiempo funciona. Y como se dice en el futbol: ‘equipo que gana o se cambia’”, concluyó.