La pelea con la que acabó el pasado viernes el Clásico de la Liga portuguesa entre el Porto y el Sporting ha derivado en la apertura de procesos disciplinares y sanciones con suspensión de partidos a varios futbolistas.
La decisión fue adoptada hoy por el Consejo de Disciplina de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), cuatro días después de que el partido, que acabó con empate a 2, terminase en una "batalla" entre jugadores, técnicos y dirigentes, como destacó incluso la prensa internacional.
El portero argentino Agustín Marchesín, del Porto, estará suspendido por dos partidos y deberá pagar una multa de mil 20 euros, por "dar una patada a un adversario, practicando un acto de conducta violenta".
En el Sporting, el luso João Palhinha fue sancionado con tres partidos de suspensión y mil 530 euros de multa por "agredir a un adversario con una bofetada", mientras que el uruguayo Sebastián Coates estará suspenso un encuentro y tendrá que pagar 153 euros por recibir tarjeta roja.
Por su parte, Pepe, del Porto, que "dio una patada a un director del equipo adversario", y el brasileño Bruno Tabata, del Sporting, que "empujó a un director del equipo adversario", el Consejo decidió abrir procesos disciplinarios, por lo que todavía no conocen su sanción definitiva, pero por ahora, fueron castigados preventivamente con dos partidos de sanción.
También se abrió un proceso disciplinario al brasileño Matheus Reis, del Sporting, por un "gesto incorrecto" durante el partido.
Además, Carlos Fernandes, adjunto del entrenador de los "leones", Rúben Amorim, fue sancionado con un partido y 2 mil 40 euros de multa por "entrar en el terreno de juego para interferir con el partido".
El Porto tendrá que abonar una multa de 11 mil 475 euros por la entrada y el uso de material pirotécnico y otra de 5 mil 100 por utilizar irregularmente el sistema de sonido del estadio, mientras que el Sporting deberá pagar 5 mil 740 euros, también por pirotecnia.