Nicoló Fagioli, jugador del Newcastle United de la Premier League, ha admitido tener un serio problema de ludopatía y se encuentra en un proceso de recuperación. En un esfuerzo por ayudar a otros jóvenes que enfrentan el mismo trastorno, está dispuesto a colaborar con la FIGC en una campaña sobre el tema, convirtiéndose en un ejemplo en este escándalo de apuestas que sacude al fútbol italiano. Un acuerdo similar se ha alcanzado con Sandro Tonali, cuya situación es igualmente delicada.
Nuevos detalles de la investigación, reportados por La Repubblica, revelan que Fagioli habría confesado que Tonali le ayudó a instalar una aplicación de apuestas en su teléfono móvil. Aunque no se trata de una acusación grave, ambos jugadores podrían intentar reducir sus castigos colaborando con los fiscales.
Sin embargo, se enfrentan a posibles sanciones más serias, incluido el delito deportivo, si se demuestra que apostaron en partidos de fútbol en los que participaron, lo que podría resultar en penas de al menos cuatro años.
Tonali está dispuesto a autodenunciarse ante el fiscal de la FIGC, Giuseppe Chiné, lo que implica que sus apuestas también involucraban partidos de fútbol. Esto hace que un regreso de ambos a la Selección Italiana sea poco probable en el corto plazo, incluso en caso de clasificarse para la próxima Eurocopa, a menos que lleguen a un acuerdo con la fiscalía.
Mientras tanto, la situación de Nicolo Zaniolo parece ser menos grave, ya que niega rotundamente haber apostado en partidos de fútbol y aún no ha sido convocado por la Fiscalía de la FIGC.