No fue el mejor Barcelona, no fue el mejor Manchester United, pero un autogol fue suficiente para que el conjunto catalán se impusiera por 1-0 en su visita al Old Trafford, dejando todo para la Vuelta en el Camp Nou.
El gol de Luke Shaw en propia puerta, anulado en principio y validado por el VAR, bastó para que el Barça consiguiera la primera victoria de su historia en el Teatro de los Sueños y para que agrande su favoritismo en estos Cuartos de Final de la Champions League.
A lo largo de los 90 minutos, el partido mantuvo un solo ritmo: unos blaugranas posesivos con la pelota y unos Red Devils agazapado, esperando la oportunidad ideal para atacar al contragolpe; no cambiaron ni con el autoflagelo de Shaw.
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Atrapados en su propia estrategia, el United reculó y se dio cuenta de que los intrascendentes McTominay y Fred eran incapaces de frenar el ataque visitante.
Cuando Busquets recibió en tres cuartos, levantó la pelota buscando a un desmarcado Messi. El argentino controló largo y se quedó con la única opción de un centro atrás. Suárez la picó buscando la entrada de Coutinho, pero Shaw desvió el balón a su propia portería. Algo casi inapreciable a primera vista, por lo que el juez de línea levantó la bandera y anuló el tanto.
En cuestión de segundos, Rocchi, el árbitro central, dio validez al gol por medio del VAR y arruinó las esperanzas de los locales, que pese a su inoperancia en ataque tuvieron el empate en una jugada muy similar, pero Diogo Dalot no tuvo la misma suerte que el uruguayo.
De Gea, desapercibido hasta entonces, evitó el segundo de los culés con una sorprendente atajada a un remate de Coutinho y permitió que el United saliese con vida a la segunda parte.
Sin embargo, el equipo mancuniano nunca generó una verdadera de peligro, disparos sobre la meta de Ter Stegen hubo pocos, mientras que Suárez estuvo a punto de romper su racha de más de tres años sin marcar fuera de casa, pero un disparo suyo delante de De Gea pegó por un costado de la red.
El United enseñó sus costuras y el Barcelona no quiso o no pudo rasgarlas al tiempo que Gerard Piqué despejaba todas las intentonas inglesas. La vuelta, el próximo martes 16 de abril. Solskjaer buscará otro imposible, pero hay milagros que solo ocurren una vez en la vida.
