El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha presentado una petición al juez de la Audiencia Nacional para archivar la causa por agresión sexual y coacciones derivadas del polémico beso a Jennifer Hermoso en la Final del Mundial de Australia. Según la defensa de Rubiales, no se ha demostrado que los hechos denunciados constituyan "delito alguno".
La abogada de Rubiales, Olga Tubau, destacó que la denuncia por agresión sexual no fue espontánea, sino que respondió a un requerimiento explícito de la Fiscalía. Tubau sugirió que la decisión de Hermoso de denunciar podría estar influenciada por la presión mediática y social. Además, señaló que las declaraciones públicas de la jugadora fueron contradictorias con lo manifestado inicialmente.
La letrada argumentó que el contexto del beso, celebrando la victoria, muestra un contacto físico consentido entre ambas partes. Afirmó que las imágenes no respaldan la existencia de un delito de agresión sexual, sino más bien expresan muestras afectuosas en un momento de alegría compartida.
En relación al cuestionamiento de coacciones, la defensa de Rubiales sostuvo que no se demostró presión directa o indirecta por parte del expresidente o su entorno para que Hermoso justificara su conducta. La abogada también hizo hincapié en que Rubiales preguntó a Hermoso si podía darle un beso, indicando que esto descarta la existencia de una invasión no consentida de la libertad sexual.
Además, la defensa recordó un comunicado conjunto suscrito con Hermoso, que recogía manifestaciones espontáneas de la jugadora tras el beso. Alegó que la no oposición de Hermoso a su publicación implica un pleno consentimiento, relevante para evaluar la trascendencia penal de los hechos.