Un hecho insólito ha sacudido el futbol francés este viernes, luego que la Dirección Nacional de Control de Gestión (DNGC) decretó el descenso de Olympique Lyon a Segunda División una vez que concluya la actual temporada en la Ligue 1. Además de que le prohibió fichar en las próximas ventanas del mercado y le exigió una reducción de su masa salarial.
Lo anterior como consecuencia de la situación económica en la que se encuentra el club, con una deuda millonaria que no ha podido saldar. Según reportes en Europa, Eagle Football Group, propietario del club, tiene una deuda que ronda entre los 460 y 500 millones de euros.
En este escenario, las autoridades de Francia y la Ligue 1 tomaron la determinación de poner al equipo en "descenso provisional". Es decir, Lyon tiene hasta que concluya la actual temporada para arreglar su situación financiera, de lo contrario perderá la categoría independientemente del lugar de la tabla en el que finalice.
Según Mundo Deportivo, lo mínimo de la deuda que tendría que saldar el equipo son 100 millones para que la DNGC "le amnistíe en cuanto a decretar su descenso a Ligue 2". La situación se agrava por la prohibición de realizar fichajes, al parecer hasta verano de 2025.
Por lo que los dueños deberán definir si venden a varias de sus grandes figuras para solventar una parte de la deuda, aunque eso significaría quedarse con un plantel limitado para futuras campañas.