Los organizadores de la Primera y Segunda División de la liga belga, ProLeague, se plantean sancionar con tarjeta amarilla a los jugadores que se abracen en las celebraciones, a tenor de la delicada situación sanitaria por la pandemia de coronavirus.
"Debemos evitar los abrazos y las celebraciones colectivas después de un gol tanto como sea posible", declaró el portavoz de la ProLeague al diario Het Laatste Nieuws, que adelantó este miércoles la información sobre las posibles sanciones.
El primer ministro belga, Alexander de Croo, había dicho el domingo en la televisión flamenca VRT que pediría a los organizadores de la competición que sean más estrictos con las normas de distancia de seguridad.
"Entiendo que la emoción está ahí, en el futbol. Pero hay que poder canalizarla de otra manera (...). Le pido a la asociación de futbol que sea un poco estricta al respecto", dijo de Croo.
El pasado octubre, uno de los virólogos de referencia en Bélgica, Marc Van Ranst, había abierto el debate, criticando públicamente que los jugadores profesionales se abrazaran tras los goles y compartieran duchas y vestuarios sin la adecuada distancia de seguridad y ventilación.
"En los últimos meses hemos aprendido que las pruebas no impedirán que los jugadores contraigan el virus y lo transmitan. Los contactos cercanos extradeportivos (incluidas las exuberantes sesiones de abrazos cuando se marca un gol) podrían reducirse al mínimo", escribió Van Ranst en Twitter, junto con varias fotografías de futbolistas abrazándose en el campo.