Barcelona vivió un retorno a la Liga Santander plácido, sencillo, en Mallorca (0-4), al que derrotó sin paliativos al amparo de un partido que encarriló a los 65 segundos con un gol del chileno Arturo Vidal, lo que obliga al Real Madrid a no fallar el domingo ante el Eibar en el Alfredo di Stéfano.
El gol tempranero dinamitó el planteamiento de Vicente Moreno. Salvo algunas intentonas por la derecha de Kubo, formado en La Masía y cedido por el Real Madrid en el conjunto balear, fue un monólogo Blaugrana, al que la pausa de hidratación de la primera mitad le sentó mucho mejor que a los locales. Y lo volvió a aprovechar, esta vez con un remate a bote pronto de Braithwaite tras recibir del argentino Leo Messi.
Tras 37 minutos, el partido estaba sentenciado. Setién aprovechó para ofrecer minutos al uruguayo Luis Suárez tras cinco meses tras ser operado. El internacional charrúa es el gran refuerzo culé en su lucha por el título. Jordi Alba y Messi pusieron la guinda en el tramo final.
La victoria le permite asegurar el liderato, algo que logró por última vez a principios de año, por que luego lo perdió e incluso lo alternó con el Real Madrid. Ahora le aventaja en cinco puntos, lo que obliga a los de Zinedine Zidane a amarrar el partido ante el Eibar.