En las horas más bajas de su ciclo como técnico de Liverpool, Jürgen Klopp se expresó desafiante el lunes al detallar cómo pretende darle un vuelco a la atribulada temporada del club.
Klopp no pudo ocultar el pesimismo tras la derrota 3-1 ante Leicester el sábado y reconoció que su equipo no podrá revalidar su título de la Liga Premier al quedar 13 puntos detrás del líder Manchester City.
Liverpool apenas ha ganado dos de sus últimos 10 partidos, y ha perdido sus tres duelos de la liga inglesa por primera vez desde que Klopp asumió en 2015.
También ha sido un difícil periodo para el técnico alemán en lo personal. Su madre, Elisabeth, falleció el mes pasado a los 81 años tras contraer el coronavirus. No pudo acudir al funeral en su país natal debido a las restricciones de viaje.
Hinchas de Liverpool colgaron una pancarta en los portones del estadio Anfield con el mensaje: “Jürgen Klopp YNWA” — las iniciales de la consigna del club: “You’ll Never Walk Alone" o “Nunca Caminarás Solo”. Klopp agradeció el gesto, pero señaló que no necesita de un “gesto especial de respaldo”.
“No necesito tomarme un descanso", dijo Klopp, desvirtuando las conjeturas de que contemplaría dimitir.
“Puedo lidiar con las cosas. Puede enfocarme en una y en la otra. No soy de abrumarme", añadió. “Desde luego que nos afectan las cosas que ocurren a tu alrededor, pero nadie tiene que estar preocupándose por mí. Quizás no luzca bien porque hace mal clima, la barba es mas gris. No estoy durmiendo y tengo estas ojeras, pero estoy rebosando de energía”.
Con Liverpool eliminado de las dos copas domésticas, la Liga de Campeones es el único trofeo al que los Reds pueden aspirar esta temporada. Se medirán contra Leipzig en Budapest por la Ida de su eliminatoria de Octavos de Final.