La Juventus conquistó su decimocuarta Copa Italia, al imponerse por 1-2 al Atalanta en el Mapei Stadium de Reggio Emilia en una gran noche del sueco Dejan Kulusevski, quien marcó un gol y dio una asistencia a Federico Chiesa.
Ante 4 mil 300 espectadores, que regresaron por primera vez desde el pasado octubre a un estadio de futbol en Italia, la Juventus de Andrea Pirlo ganó su segundo trofeo de la temporada, tras la Supercopa italiana que levantó el pasado enero. Un gran gol del ucraniano Ruslan Malinovsky había igualado para el Atalanta un tanto inicial de Kulusevski, pero Chiesa decidió el encuentro al culminar una excelente jugada coral en el minuto 73.
Y eso que el Atalanta no tembló, atacó desde el primer balón con ímpetu ofensivo y creó dos claras ocasiones en los primeros cinco minutos. El argentino José Luis Palomino se topó con una gran parada del veterano meta Gianluigi Buffon, mientras que el colombiano Duván Zapata rozó el poste con un potente zurdazo tras una gran jugada personal.
El conjunto de Bérgamo, que había doblegado al Juventus en el último cruce de la Serie A, empujó con carácter, pero el Juventus dio muestra de su pegada al aprovechar su única oportunidad de la primera mitad para adelantarse en el marcador. Fue en una acción confundida de Cristiano en el área de penalti cuando el balón acabó en la zurda de Kulusevski, ex del Atalanta, quien fulminó al meta Pierluigi Gollini con un elegante remate curvado (m.31). Fue una diana que disparó el entusiasmo de la Vecchia Signora, en el que hasta el técnico Pirlo recorrió varios metros para ir a abrazar a sus jugadores.
Pero La Diosa confirmó una vez más su fortaleza mental. Se quedó fiel a su estilo y logró la igualada antes del descanso (m.41) de la mano de su jugador más en forma, un Malinovsky que fusiló a Buffon con un potente zurdazo para celebrar su sexto gol en los últimos ocho partidos, en los que también dio cuatro asistencias. Durante algunos minutos el Atalanta encerró al Juventus en su mitad de campo, pero la historia del duelo cambió tras el descanso, con los hombres de Pirlo que salieron decididos a dominar.
Y tras un disparo al poste de Chiesa, después de una asistencia de tacón de Cristiano, y un cabezazo del propio CR7 parado por Gollini, la Juventus recogió el premio a su empuje. En el 73, cuando el argentino Paulo Dybala estaba ya listo para sustituirle, Chiesa aprovechó una asistencia de Kulusevski para para superar a Gollini con un zurdazo y devolver la ventaja al Juventus. El gol del equipo bianconero aumentó el nerviosismo del Atalanta, que pese a su importante esfuerzo ofensivo no consiguió crear reales peligros en la zona de Gianluigi Buffon, quien conquistó su último trofeo con la Juventus, a sus 43 años.
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