Los insultos al presidente Mauricio Macri en varios estadios de Argentina se han convertido en un problema político para su gobierno y en un dolor de cabeza para la dirigencia del futbol. Uno de los sindicatos de árbitros cree tener la solución: suspender los partidos cuando se grite contra el mandatario.
Sin embargo, la iniciativa del Sindicato De Árbitros Deportivos de la República Argentina (SADRA) podría generar todavía más revuelo en las tribunas.
El grito “Mauricio Macri, la p... que te parió” se escuchó por primera vez en la cancha de San Lorenzo y luego se propagó en las de River Plate, Huracán, Independiente, Gimnasia y Chacarita.
En los dos primeros el insulto siguió a polémicos fallos arbitrales, que alimentaron la creencia de un plan para favorecer al líder Boca Juniors orquestado desde lo más alto del poder político y del futbol con la complicidad de los árbitros. Macri fue presidente de Boca durante más de una década (hasta 2007, cuando se lanzó a la política).
Macri, el primer caso de un dirigente del balompié que llega a la presidencia en Argentina, no ha querido darle entidad al asunto, mientras los pocos funcionarios que se refirieron al tema en público lo consideraron un disparate. La AFA, en tanto, negó que se busque favorecer a Boca.
Desde el arbitraje alzó la voz Guillermo Marconi, a la cabeza del SADRA, quien propuso que así como los árbitros están obligados a suspender partidos cuando las aficionados entonan cánticos racistas o xenófobos hagan lo mismo si el blanco de los insultos es el presidente. Para el dirigente gremial y exsilbante, los cánticos contra Macri pueden considerarse un acto de discriminación.
