En 2011, Jack Warner decidió renunciar voluntariamente a la Vicepresidencia de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) tras el escándalo de corrupción en donde tanto él como Chuck Blazer y Joseph Blatter se vieron involucrados.
Doce años después, Warner volvió a ser el centro de atención debido a que un tribunal de su país lo condenó a pagar una multa de 1 millón 505 mil 493 dólares trinitenses, aproximadamente 220 mil de la moneda americana.
Warner tiene que hacer dicho pago al empresario trinitario Krishna Lalla, esto debido a que el caribeño hizo una aportación económica de 1.5 millones de dólares de la isla caribeña para la habilitación de la Academia de Futbol Joao Havelange en Trinidad y Tobago.
A pesar de esta imposición, los abogados de Warner han asegurado que ese dinero no tiene nada que ver con corrupción, pues en palabras de los defensores del trinitense, se trataba de un 'regalo' disfrazado de transacción comercial para ayudar al partido político Congreso Nacional Unido.
El gobierno estadounidense sigue exigiendo la extradición de Warner a los Estados Unidos, el trinitense es el único que no ha cumplido su condena de acuerdo a lo dictaminado por los jueces de la corte norteamericana.