La selección de Italia empezó este sábado su camino hacia la Eurocopa 2020 con un triunfo 2-0 contra Finlandia, en un partido decidido por los goles de sus jóvenes joyas, Nicoló Barella y Moise Kean, y en el que no tenían margen de error tras el fracaso mundialista del año pasado.
La presión del 4-3-3 azzurri puso en apuros desde el comienzo a Finlandia y desbloqueó el marcador a los siete minutos de juego, cuando un disparo desde el límite del área de Barella terminó en el fondo de las mallas, tras una desviación de Sauli Vaisanen, un jugador que curiosamente compite en la Serie A con el Spal de Ferrara.
Italia siguió empujando y se acercó al segundo en el 12', con un disparo de Piccini que acabó fuera, aunque después de eso los Azzurri bajaron la intensidad, sin conceder ocasiones a sus rivales pero tampoco asustando particularmente en la delantera.
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Federico Bernardeschi pidió un penalti al borde del descanso, pero el árbitro, sin contar con el VAR (no disponible en esta fase), decidió no concederlo; el bajo ritmo de juego no era suficiente para que los Azzurri ampliaran su ventaja.
Fue hasta el minuto 74 que Immobile ofreció a Kean un pase al hueco, el cual fue aprovechado por el delantero de la Juventus para fulminar al portero Hradecky y subir el 2-0 al marcador.
A sus 19 años, Kean se convirtió de esta manera en el segundo jugador más joven capaz de marcar un gol con la selección mayor italiana. El récord absoluto pertenece a Bruno Nicolé, que firmó su primera diana cuando tenía 18 años, en 1958.
