La Comisión de Disciplina de la FIFA ha sancionado a Hungría con jugar a puerta cerrada su próximo partido de la fase de clasificación para el Mundial de Qatar 2022 y pagar una multa de 200 mil francos suizos, por el comportamiento racista de sus aficionados en el encuentro frente a Inglaterra el pasado día 2.
La FIFA confirmó este martes la decisión de su Comisión, "tras valorar todas las circunstancias del caso, en especial la gravedad de los incidentes (insultos y comportamientos racistas, lanzamiento de objetos, uso de fuegos artificiales, bloqueo de escaleras)", protagonizados por un importante número de seguidores ante Inglaterra, también en partido de clasificación para Qatar 2022.
La Comisión también decidió que "en caso de reincidencia durante los próximos dos años, se aplicaría otro partido de sanción" a Hungría, que cumplirá el castigo comunicado hoy en su próximo encuentro como local el próximo 9 de octubre en el Puskas Arena de Budapest ante Albania.
"La FIFA rechaza firme y claramente toda forma de racismo o violencia, así como cualquier otro tipo de discriminación o abuso, y no tolerará en absoluto esta clase de comportamientos aberrantes en el futbol", aseguró el organismo.