Lo negro del futbol durante la pasada Fecha FIFA se presentó en el Estadio Maracaná, donde la policía brasileña se enfrentó a los aficionados argentinos, para someterles con violencia. Incluso algunos jugadores de Argentina tuvieron que acercarse para tratar de calmar la situación.
Las imágenes de lo ocurrido dieron la vuelta al mundo, y una de las declaraciones más esperadas era la del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien envió un mensaje con respecto a lo ocurrido, por medio de su cuenta de Instagram.
"La violencia en el fútbol es totalmente inaceptable, tanto dentro como fuera del campo de juego. Este tipo de sucesos, como los ocurridos durante el partido de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA entre Brasil y Argentina en el estadio Maracaná, son inaceptables en nuestro deporte y en nuestra sociedad", expresó el presidente del organismo rector del futbol mundia.
"Sin excepción, todos los jugadores, simpatizantes, personal y directivos tienen que sentirse seguros y protegidos para poder jugar y disfrutar del fútbol, y solicito a las correspondientes autoridades que garanticen que esto se respete en todos los ámbitos". Sin embargo, de momento no se ha informado algún otro tipo de sanción para la Confederación Brasileña, encargada de la logística del partido.
La CBF y Conmebol no asumen la responsabilidad
Por su parte, la Confederación Brasileña de Futbol (CBF) publicó un comunicado en el que aseguró que el operativo del evento fue como se tenía previsto. "Todo el plan de acción y seguridad fue elaborado y escalado ya considerando la clasificación del juego como rojo y con la presencia de aficionados mixtos, tanto es así que 1050 guardias de seguridad privados y más de 700 policías militares de la Policía Militar de RJ trabajó para asegurar el partido".
"Por lo tanto, la CBF reafirma que se siguió estrictamente el plan de acción, seguridad y operación para el partido, aprobado por la Policía Militar de RJ y otras autoridades", fueron las palabras del organismo brasileño. Mientras que por parte de la Conmebol, señaló que la decisión de abrir una investigación corresponde a la FIFA.