FIFA está nerviosa. Mucho. El Mundial de Qatar está en peligro por cuestiones políticas, conflicto social interno, más las acusaciones de soborno, y el máximo organismo futbolero acelera en el Plan B: intercambiar las sedes de la Copa del Mundo entre 2022 y 2026, para que el siguiente certamen sea en Norteamérica.
El máximo organismo futbolero sondea ya las sedes en México, Canadá y Estados Unidos, tras avisar al Comité Organizador que podría recibir anuncio oficial del cambio a finales de este año.
RÉCORD destapó en el marco del sorteo de Rusia 2018, en diciembre de 2017, la intención de la FIFA de que la candidatura norteamericana estuviera preparada, por si tenía que entrar al quite como anfitrión en 2022, y no en 2026, año que era inminente que ganaría como organizador mundialista.
El conflicto de Qatar con su vecino Arabia Saudita, que controla la única salida terrestre que tienen los qataríes, se ha intensificado en los últimos días.
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Y es que Irán, aliado de Qatar, fue acusado por parte de Arabia de haber atacado con drones sus instalaciones petroleras, lo que tensó la situación.
Además, hubo dos embarcaciones petroleras que fueron atacadas en el estrecho de Ormuz, el corredor más importante de la región por donde pasa gran parte del crudo de la región, un acto que tensó el tema político entre Estados Unidos e Irán, de acuerdo con la BBC y El Mundo.
No se espera una pronta solución al conflicto entre ambos países, lo que reduce el acceso internacional a Qatar, un problema mayúsculo para hospedar un Mundial.
Al otro lado del Golfo Pérsico se ubica Irán, nación con la que Qatar recién empieza a retomar relaciones diplomáticas, y que al mismo tiempo, también mantiene conflicto con los saudíes. Pero la distancia marítima no aporta una solución efectiva al acceso al país qatarí. La logística, bajo estas circunstancias sociales y políticas, complica la realización del Mundial.
Además, hay conflictos sociales que complican el Mundial qatarí.
ESTADOS UNIDOS, AVISADO
Ante las complicaciones geopolíticas, sociales y las acusaciones de corrupción, FIFA ha decidido avisar a los involucrados en la organización del Mundial en Norteamérica, en especial a Robert Kraft, principal responsable del torneo, que está por decidirse si se aplica el Plan B.
Según fuentes han confirmado a RÉCORD, se ha decidido en el seno de la FIFA que la decisión de intercambiar las sedes debe ser tomada este año, es decir, de diciembre no puede pasar, para que Estados Unidos, Canadá y México hagan los ajustes necesarios para recibir la Copa del Mundo en 2022.
La respuesta del directivo estadounidense fue inmediata: Norteamérica estará lista para recibir el Mundial si así lo decide el máximo organismo futbolero.
Este diario también pudo confirmar que ya empezó la revisión de sedes en estos tres países por parte de FIFA.
