Al finalizar el partido entre Espanyol y Villareal del pasado jueves, el árbitro central, Alejandro Quintero, fue agredido por un aficionado que le aventó una botella en el pecho.
Tras el incidente, la Comisión Disciplinaria tomó cartas en el asunto y comenzó una investigación para identificar al responsable y determinar una sanción.
Apenas un día después, el club catalán logró identificar al hombre, quien ofreció una disculpa al silbante. Sin embargo, las indagatorias no han concluido y Espanyol se mantiene a la espera de conocer la resolución del comité.
De acuerdo con información de Mundo Deportivo, el peor escenario para los Periquitos supone el veto de su estadio por un partido, así como una multa entre los 18 mil y los 90 mil euros.
No obstante, el reporte detalla que, dadas las pruebas y que el agresor ya fue identificado, lo más probable es que todo quede en una sanción económica menor a los 10 mil euros.
El próximo partido del Espanyol como local es el próximo 5 de octubre ante frente al Mallorca.