Toda Tailandia permanece pendiente a las tareas del rescate de 12 niños de un equipo de futbol, con edades comprendidas entre los 11 y 16 años, y su entrenador, de 25, atrapados en una cueva al norte del país.
Desde que se encenideron las alarmas el pasado 23 de junio, unos mil 300 elementos han participado en las labores de búsqueda y rescate en la gruta del parque natural, Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en la provincia de Chiang Rai.
Sin embargo, el principal impedimento son los numerosos y estrechos pasadizos inundados a lo largo de la cueva, la cuarta más larga de Tailandia, ya que las fuertes lluvias que continúan azotando la región aumentaron el nivel de agua.
Buzos de los cuerpos militares de élite realizaron varios intentos sin lograr el objetivo de llegar a la cavidad y describieron las aguas como "bucear en una taza de café", por la poca visibilidad a raíz de la acumulación de fango.
Los equipos utilizaron unas 20 bombas de extracción para reducir el nivel del agua en las partes más anegadas, tareas que se han visto interrumpidas por problemas mecánicos en los aparatos.
Aunque las labores para bombear el agua continuaban, es evidente que algunas partes de la cueva no se pueden drenar, de acuerdo con el ministro del Interior Anupong Paojinda, quien es miembro de la junta militar tailandesa.
El ministro agregó que para poder rescatarlos antes de las lluvias previstas, posiblemente necesiten equipo de buceo mientras profesionales los guiarían hacia el exterior.
“Bucear no es fácil. Para los que nunca lo han hecho, será difícil, a diferencia de bucear en una piscina, porque la cueva tiene canales pequeños. Si algo sucediera a mitad de camino, podría ser peligroso”, advirtió.