El 27 de febrero de 2016, el King Power Stadium fue escenario de un momento inolvidable en la historia del Leicester City. En la jornada 27 de la Premier League, el equipo dirigido por Claudio Ranieri, que llegaba como líder del campeonato, enfrentaba al Norwich City en un duelo crucial para mantener su ventaja sobre el Tottenham en la lucha por el título.
En el minuto 89, cuando parecía que ambos equipos repartirían puntos, apareció el delantero argentino, Leo Ulloa, para cambiar el destino del partido. Con su instinto goleador y mucha frialdad, el ex del Pachuca mandó el balón al fondo de las redes. La euforia se desató en el estadio, puesto que ese tanto no solo valía tres puntos, sino que mantenía al Leicester en la cima de la tabla.
Lo que pocos sabían en ese momento es que la celebración no solo se sintió en las gradas, sino también en los alrededores del estadio. Días después, se reveló que la reacción de los fanáticos al gol de Ulloa había provocado un pequeño sismo de 0.3 grados en la escala de Richter.
Ese gol, más allá de sus consecuencias sísmicas, simbolizó el espíritu de un equipo humilde, un equipo acostumbrado a pasear entre las divisiones inferiores, que contra todo pronóstico, se encaminaba a una de las hazañas más grandes en la historia del futbol moderno. Semanas después, el Leicester City confirmaría su primer título de la Premier League, un logro que sigue siendo recordado con admiración en todo el mundo.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: ¡REPATRIADO! FLAMENGO ANUNCIA FICHAJE DEL DEFENSA ALEX SANDRO
