El Clásico entre Barcelona y Real Madrid no estuvo exento de polémica, pues segundos antes de terminar el primer tiempo, los jugadores blaugranas reclamaron un penalti de Aurélien Tchouameni sobre Ronald Araujo que el silbante Gil Manzano decidió no marcar.
En un tiro de esquina, el centrocampista francés sujetó al zaguero blaugrana, lo que impidió saltar en busca del esférico; sin embargo, ni el árbitro central ni el videoarbitraje analizaron la jugada.
Durante el primer tiempo sólo hubo dos amonestados, ambos del lado blaugrana: Fermín López y Ferran Torres, quien recibió el cartón amarillo después de un jalón sobre Vinicius.
Minutos antes, Xavi y Vini intercambiaron opiniones en la banda, luego de que el brasileño reclamó una falta que el técnico culé consideró inexistente.