El Gobierno francés anunció este martes que contempla cambios en el reglamento deportivo para mejorar la seguridad en los estadios de futbol tras los repetidos incidentes recientes, el último de ellos este domingo con un botellazo al jugador del Olympique de Marsella, Dimitri Payet.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, reunió con ese objetivo a sus homólogos de Justicia y Deporte, Éric Dupond-Moretti y Roxana Maracineanu, y a representantes de las instancias del futbol galo.
"Debemos mejorar el control de acceso a los estadios", dijo Darmanin a la prensa al término de ese encuentro, tras el que precisó que han acordado volver a juntarse dentro de 15 días para hacer las propuestas pertinentes al primer ministro, Jean Castex.
El titular de Interior consideró que hay que acelerar el proceso de decisión que permita parar un partido y precisar el rol de los delegados de Gobierno (prefectos), puesto que está en juego una cuestión de orden público.
Darmanin estimó igualmente necesario plantearse modificaciones en la normativa que permitan evacuar con rapidez a la "minoría" que esté provocando los altercados y que "contamina el bonito espectáculo". El botellazo a Payet, en el estadio de Lyon, llevó a suspender el partido y ha incrementado la indignación en el futbol francés.
La Comisión de Disciplina de la Liga de Futbol Profesional (LFP) reaccionó de forma inmediata y, de forma cautelar, ordenó el cierre del estadio del Lyon, a la espera de que se pronuncie el próximo 8 de diciembre de forma definitiva sobre el caso y sobre el futuro de ese encuentro liguero.
La Unión Nacional de Futbolistas Profesionales (UNFP) anunció este lunes que ha decidido denunciar al agresor de Payet, constituirse como parte civil "en nombre de la profesión" y reclamar sanciones ejemplares y lo suficientemente disuasivas "para que cese esta violencia gratuita que mancha la imagen del futbol profesional francés".