Río de Janeiro se prepara para vivir una de las Finales más emocionantes y esperadas de la Copa Libertadores. Boca Juniors y Fluminense se enfrentarán el próximo sábado 28 de octubre en un duelo que promete ser histórico, y no solo por lo que suceda en el terreno de juego, sino también por la masiva movilización de aficionados que se espera.
Una marea xeneize en Río
La pasión y el fervor futbolístico se sienten en el aire. Se estima que alrededor de cien mil aficionados de Boca Juniors viajarán a Río de Janeiro para apoyar a su equipo en la gran Final.
Esta cifra, sin precedentes, ha llevado a que se hable del 'Marabocazo', haciendo alusión al histórico 'Maracanazo' de 1950, cuando Uruguay venció a Brasil en el Mundial de Futbol. La ciudad se ha teñido de azul y oro, y en cada rincón se pueden escuchar cánticos y ver banderas alusivas al equipo argentino.
Preparativos y seguridad
Ante la inminente llegada de una multitud de aficionados, las autoridades locales han intensificado las medidas de seguridad. Se han establecido protocolos especiales para garantizar el orden y la seguridad tanto en las inmediaciones del estadio Maracaná como en otros puntos de concentración de hinchas.
El desafío en el campo
Más allá de la fiesta en las gradas, Boca Juniors y Fluminense tienen un desafío pendiente en el campo. Ambos equipos llegan con la ilusión de levantar el trofeo de la Copa Libertadores y consolidarse como el mejor equipo de América.