El Inter de Milán derrotó por 2-3 al Borussia Mönchengladbach, con un gol de Matteo Darmian y dos de Romeo Lukaku con lo que se mantiene con vida en la Liga de Campeones y pone a los alemanes en la obligación de ganar en Madrid en la última jornada.
El Inter tuvo el mejor comienzo y pareció salir al campo con la intención de poner al Gladbach contra las cuerdas, consciente de que solo le valía ganar para seguir vivo en Europa.
Permanentemente, el equipo de Bruno Conte logró superar la presión del Gladbach generando permanentes llegadas, especialmente por la banda derecha por donde Darmian le ganaba repetidamente la espalda a Oscar Wendt.
El gol del Inter llegó en el minuto 17, con un remate de Darmian, a pase de Galliardini, que se metió por entre las piernas del meta Yann Sommer cuando procuraba cerrar el primer poste.
Cuando todo apuntaba a que los equipos se irían al descanso con el Inter en ventaja se produjo el empate del Gladbach con un remate de cabeza de Alassane Plea.
La segunda parte fue pareja. La primera ocasión la tuvo el Gladbach con un cabezazo de Thuram pero se apareció Lukaku que marcó la diferencia en dos jugadas casi calcadas.
El segundo gol del Inter, y el primero de Lukaku, llegó en el 65. El belga recibió un pase largo dentro del área, se impuso a los centrales del Gladbach y marcó de pierna derecha. En el 73 llegó en segundo, en una jugada casi idéntica.
El Gladbach descontó por intermedio de Plea en el minuto 76 en una jugada que se inició en una pérdida de balón de Alexis Sánchez en el centro del campo.
En el minuto 83 el VAR le anuló otro gol a Plea por fuera de lugar de Embolo.