En la Liga de Inglaterra, el Burnley actuó rápido y correctamente ante un aficionado que, durante el partido de su equipo ante el Cardiff City del pasado fin de semana, se burló de la muerte del delantero argentino Emiliano Sala en Twitter.
El club decidió prohibirle el ingreso al estadio de forma indefinida y la Policía iniciará una investigación en su contra.
Gary Kay, el fanático en cuestión quien por cierto cerró su cuenta luego del escándalo, había publicado "Todos vivimos en el submarino de Sala... El último número 1 en Cardiff", en una triste y reprochable alusión a la canción de Los Beatles, Yellow Submarine.
Además, también posteó mensajes racistas y discriminatorios contra los galeses.
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Ante la ayuda de otros socios y simpatizantes, el Burnley tomó nota del asunto y decidió expulsar a Kay y prohibirle el ingreso al estadio por los comentarios que realizó en contra de los seguidores del otro club y del propio Emiliano, quien falleció en un accidente aéreo en enero cuando viajaba para sumarse al Cardiff.
