Con el aporte de un golazo del colombiano Frank Fabra, un oportuno Boca Juniors se consagró campeón de la Copa de la Liga 2022 del fútbol argentino al golear 3-0 a Tigre en la final.
Un gol de cabeza de Marcos Rojo facilitado por un grave error del arquero Gonzalo Marinelli en la última jugada del primer tiempo y un bombazo de zurda de Fabra cuando Tigre acumulaba méritos para empatar en el complemento, inclinaron la balanza en favor de Boca, que sentenció el cotejo con un cabezazo del suplente Luis Vázquez.
Boca y Tigre jugaron ante 52 mil hinchas, pudieron asistir seguidores de ambos equipos, en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, ciudad en el centro de Argentina.
De esta forma, el Xeneize, el club más ganador del fútbol argentin, alcanzó su estrella número 72 en el historial global. También fue su 16ta copa nacional.
Asimismo, Sebastián Battaglia, quien fue duramente cuestionado durante algunos pasajes del certamen por los bajos rendimientos de su equipo, obtuvo su segundo título como técnico de Boca, tras la Copa Argentina conseguida en diciembre.
“Tuvimos muchos méritos para llegar acá. Le ganamos a todos los rivales que clasificaron en nuestro grupo… Ganamos el clásico. Hoy pegamos en momentos justos del partido”, declaró Battaglia, el hombre más ganador de la historia de Boca, con 17 estrellas como futbolista y dos como estratega.
En pocos días, Boca disputará otro partido decisivo: El jueves deberá vencer a Deportivo Cali en su estadio la Bombonera para avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores, su obsesión y principal objetivo en la temporada.
Tigre, ascendido a la máxima categoría hace seis meses, no pudo cumplir con su sueño de gritar campeón en primera división por segunda vez. Lo había hecho ante el mismo rival y en idéntico escenario, en la Copa de la Superliga 2019.
Boca, que en semifinales había dado cuenta de Racing Club en definición por penales después de un empate a ceros en que no había pateado al arco, fue levemente superior a Tigre en la primera etapa y generó tres ocasiones claras.
La primera, un tiro libre de Sebastián Villa con destino de gol, evitado por Marinelli, y la segunda, un tanto de Darío Benedetto anulado correctamente por fuera de juego.
La tercera culminó en festejo de Rojo, tras su potente cabezazo a la salida de un córner. Parecía una pelota sencilla para el arquero de Tigre, pero se le escabulló de entre las manos por encima de su cabeza, en el tercer minuto de descuento.
La ventaja no mejoró al Xeneize. Por el contrario, al regreso del intervalo, Tigre, que había eliminado a River Plate en el Monumental y por penales a Argentinos Juniors, se le fue encima.
Mateo Retegui tuvo tres oportunidades claras, pero en dos de ellas se agigantó la figura del arquero Agustín Rossi para impedir la igualdad.
Y entonces, a los 67 minutos, el gran zurdazo de Fabra desde fuera del área neutralizó la volada de Marinelli y puso el 2-0.
“Estoy muy feliz por todo este tiempo que llevó acá en Boca, y por esta camiseta, que requiere de ganar títulos”, afirmó el lateral colombiano, que suma siete conquistas en el club y es el jugador con más antigüedad en el plantel.
Tigre se desmoronó y abrió la puerta para la goleada que selló a los 85 con una pelota parada del colombiano Villa enviada a la red por Vázquez.
Villa jugó tras una semana en la que una fiscal lo imputó en una causa por abuso sexual de una joven. El delantero además enfrenta otra causa judicial por violencia de género contra una expareja.
Una joven, cuya identidad se preserva, declaró ante la justicia a principios de esta semana que Villa la violó y la golpeó el 26 de junio de 2021 en la vivienda del jugador, en un barrio cerrado situado al sur de la capital argentina.
Con una defensa sólida, Boca aprovechó su oportunismo para volver a gritar campeón, algo que se viene haciendo costumbre desde la llegada de Juan Román Riquelme a la vicepresidencia de la institución: es su cuarto cetro en dos años y medio como responsable del fútbol del club.
Ahora, el mayor ídolo de la historia moderna xeneize tratará de pagar su deuda pendiente como dirigente, la Copa Libertadores.