Ansu Fati estuvo muy cerca de convertirse en jugador del Manchester United, incluso se ofrecieron 150 millones de euros para que el atacante del Barcelona se vistiera de Red Devil.
Jorge Mendes, representante de Fati fue quien llevó la oferta a las oficinas del cuadro catalán; sin embargo, esta fue rechazada tajantemente, a pesar de que fue recibida en el verano, cuando la pandemia de Covid-19 más azotaba las arcas blaugranas.
Ante esta propuesta, el Barca se dio a la tarea de extender el contrato de jugador nacido en Guinea-Bissau y blindarlo con una cláusula de rescisión de 400 millones de dólares que tendrá que pagar el club que quiera llevárselo.
Sin embargo, Mendes continuará negociando, ya sea para llevarse al Fati o para aumentar su salario, pues considera que no gana lo que realmente merece.