Argentina se bajó al barro para lograr este sábado el tercer puesto de la Copa América de Brasil 2019 tras ganar por 2-1 a una selección chilena provocadora que consiguió desquiciar al astro Lionel Messi, expulsado en la primera mitad junto a Gary Medel por una trifulca entre ambos.
La Albiceleste consiguió resolver el partido gracias a los goles de Sergio Agüero (m.12) y Paulo Dybala (m.22) y antes de que el Arena Corinthians de Sao Paulo se transformase en una batalla campal con dos selecciones que se emplearon con dureza en busca del bronce.
Agüero fue el primero en romper el hielo con un disparo desde fuera del área que se marchó rozando el palo de la meta de Arias.
Messi empezó a aparecer en el centro del campo y fruto de su genio nació el primer gol. El camisa 10 dejó sentado a Arturo Vidal, su compañero en el Barcelona, y fue tumbado por Erick Pulgar en la medular.
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Lionel aprovechó la pasividad de la Roja para sacar rápido al espacio hacia Sergio Agüero, quien regateó con facilidad a Arias y definió con precisión hasta el fondo de la red.
Sin pisar en exceso el acelerador, Argentina asestó un segundo golpe casi definitivo diez minutos después.
Lo Celso metió un pase al hueco para Dybala superando dos líneas de jugadores chilenos, que se quedaron como muñecos de cartón piedra, parados y sin reaccionar.
El atacante del Juventus no lo desaprovechó y batió a Arias, que tardó una eternidad para salir de la cueva.
A partir de ahí, Chile quiso parar el chaparrón a base de trifulcas y juego sucio. Una entrada por detrás de Medel sobre Messi iniciaría la trifulca, minutos después se verían de nuevo las caras. El central chileno, un maestro de la provocación, se encaró con el delantero argentino, que esta vez entró al trapo.
Los dos juntaron las cabezas y bracearon un poco. El árbitro llegó hasta el lugar de los hechos a mil revoluciones y expulsó a los dos, sin pensárselo.
Segunda expulsión en la carrera del 10, que se fue tres minutos después del verde aplaudido por el público.
En la reanudación, Chile se movió con mayor soltura en el desconcierto. La aún vigente campeona entró en el partido por un penalti de Lo Celso sobre Aránguiz que tuvo que revisar el VAR.
Arturo Vidal no falló desde los once metros. El equipo de Reinaldo Rueda ya tenía el partido donde quería, completamente descontrolado, sin Messi sobre el césped y todo una segunda mitad por delante.
Los chilenos pidieron unas manos en el área en los minutos finales, pero ni el árbitro, ni el VAR vieron nada y terminaron derrotados y con un cuarto puesto que sabe a poco.